¿Cuándo se utilizan los corticoides en forma de crema o pomada?
¿Cuándo se utilizan los corticoides en forma de crema o pomada?
La elección de uno u otro dependerá de la gravedad y distribución de las lesiones, debiéndose optar por el de menor potencia que sea eficaz. En algunas reagudizaciones graves puede ser necesaria la administración por vía oral de un ciclo de corticoides, aunque cada vez se posicionan mejor los tratamientos biológicos para el tratamiento de los casos más graves. En la dermatitis de contacto, la base del tratamiento, además de evitar el agente causal, es la aplicación de corticoides tópicos, con la posibilidad de recurrir a su administración por vía sistémica en casos graves o muy extensos. En estas guías, los corticoides inhalados se incluyen, al menos como opción, desde el estadio de asma intermitente, y con posible aumento de dosis si no se logra un control suficiente de la enfermedad, gracias a lo cual se elude, en muchos casos, su administración por vía sistémica.
- Además, si se necesita su administración como tratamiento de mantenimiento durante prolongados períodos de tiempo, se deberá intentar que su administración se pueda realizar en días alternos, en vez de hacerlo diariamente.
- Los corticoides naturales se fabrican en la corteza de las glándulas suprarrenales a partir del colesterol, mediante la acción coordinada de varias enzimas.
- En cuanto a la sinusitis, aunque no está claro que penetren lo suficiente por vía intranasal, sí parece que faciliten el vaciamiento de los senos paranasales al reducir la inflamación de la mucosa nasal.
- Dado que la absorción cuando se apliquen en zonas localizadas de la piel es baja, se pueden administrar sin riesgo durante cortos periodos de tiempo cuando el proceso cutáneo lo requiera, pero siempre bajo prescripción médica.
Como la mayoría de fármacos, antes de ser utilitzados durante el embarazo se tiene que valorar el riesgo-beneficio de administrarlos. Dado que la absorción cuando se apliquen en zonas localizadas de la piel es baja, se pueden administrar sin riesgo durante cortos periodos de tiempo cuando el proceso cutáneo lo requiera, pero siempre bajo prescripción médica. Los glucocorticoides, corticosteroides o corticoides son un tipo de hormonas que producen nuestras glándulas adrenales, siendo el más importante el cortisol.
Corticoides tópicos: mitos y realidades
Los corticoides se pueden utilizar por vía sistémica (pastillas o inyecciones) o por vía tópica en forma de cremas, como es el caso de los procesos cutáneos. Según los consensos internacionales (ARIA, EP3OS), los corticoides intranasales son de primera elección en el http://havehealthorn.today/ tratamiento de la rinitis moderada y grave, tanto intermitente como persistente, en el adulto. Resultan eficaces, fundamentalmente, para reducir la congestión nasal, pero también en la disminución del prurito (picor) nasal, los estornudos y la rinorrea (secreciones).
- No obstante, hay que tener en cuenta que la mayor parte de esos efectos secundarios aparece cuando los corticoides se administran por vía sistémica, a dosis altas o en tratamientos prolongados.
- En urticarias crónicas resistentes al tratamiento con antihistamínicos, los corticoides sistémicos han perdido en gran medida su papel ante la eficacia demostrada en la actualidad por los tratamientos biológicos.
- Los corticoides, corticosteroides o glucocorticoides son sustancias con un elevado poder antiinflamatorio, que aplicadas tópicamente (esto es, aplicados directamente sobre la piel) constituyen una pieza fundamental en el tratamiento de múltiples enfermedades de la piel.
En la tabla 1 se puede encontrar un listado con la mayor parte de los corticoides tópicos empleados, clasificados por potencia en función de la formulación. Los corticoides, corticosteroides o glucocorticoides son sustancias con un elevado poder antiinflamatorio, que aplicadas tópicamente (esto es, aplicados directamente sobre la piel) constituyen una pieza fundamental en el tratamiento de múltiples enfermedades de la piel. Los glucocorticoides tienen, a más, potentes propiedades antiinflamatorias e inmunosupresoras, especialmente cuando se utilizan a dosis farmacológicas. Es por este motivo que se han utilitzado ámpliamente para tratar diferentes enfermedades inflamatorias, entre ellas las que afectan la piel.
¿Todas las cremas con corticoides son iguales?
Como sucede en las otras indicaciones citadas anteriormente, la vía tópica en forma de colirio o de pomada oftálmica es la preferida. Uno de los mayores avances en el uso de los corticoides, y más concretamente en el tratamiento de enfermedades cutáneas de base inflamatoria, se produjo en 1952, cuando fue sintetizada la hidrocortisona, primer corticoide activo por vía tópica cutánea. Los corticoides únicamente se pueden utilizar cuando un médico lo indique y siempre siguiendo las instrucciones en relación a frecuencia, forma de aplicación y duración del tratamiento. Pueden estar indicados en cualquier proceso inflamatorio que afecte la piel como pueden ser las dermatitis, la psoriasis, el liquen plano, las picaduras, entre muchos otros.
Estas sustancias son esenciales para la vida y regulan funciones cardiovasculares, metabólicas, inmunológicas, y homeostáticas. En otro orden, se siguen perfeccionando los dispositivos de inhalación, con el ánimo de conseguir que esta vía sea más eficaz, con tamaños de partículas más adecuados, y permitiendo su utilización en pacientes asmáticos con flujos inspiratorios más pequeños. Otra línea de investigación está dirigida al desarrollo de sistemas de administración que se adapten a la secreción fisiológica pulsátil, mediante microbombas o reservorios subcutáneos, sobre todo para tratamientos sustitutivos o prolongados. Por otra parte, se han desarrollado los denominados corticoides blandos, fármacos activos en el lugar de aplicación y que se inactivan rápidamente en la circulación general; entre ellos se encuentra el loteprednol, desarrollado inicialmente para uso oftálmico.
Se prefiere la administración tópica (intranasal) y su formulación acuosa, ya que reduce la aparición de efectos secundarios sistémicos. Además, esta vía de administración parece influir de forma indirecta, por distintos mecanismos, en la mejoría que también se obtiene de la otitis media serosa y en los síntomas oculares que en ocasiones acompañan a la rinitis alérgica. En todas estas enfermedades, se están realizando ensayos terapéuticos con distintos agentes biológicos, con resultados diversos, con la intención de poder sustituir el tratamiento con corticoides.
Los riesgos para la madre no son distintos de los existentes fuera de estas situaciones, si bien conviene prestar más atención por las posibles repercusiones sobre el feto o el recién nacido, fundamentalmente en lo que se refiere a la posibilidad de infecciones o un potencial retraso en el crecimiento. La pauta ideal incluiría un corticoide de suficiente potencia para controlar el proceso minimizando los efectos secundarios, en una formulación y excipiente que sea adecuado a la zona a tratar, la edad del paciente y sus antecedentes personales. También se ha ensayado la administración de corticoides transportados por liposomas, para acumular su efecto en el foco de la inflamación, consiguiendo así concentraciones mayores que las obtenidas mediante su administración por vía sistémica. En este caso, aunque son muy eficaces, los corticoides se usan habitualmente en ciclos de tratamiento cortos por el riesgo de la aparición de cataratas y de elevación de la presión intraocular.
La vía genómica se caracteriza por ser efectiva con dosis bajas y por su lentitud, dado que necesita la unión del corticoide a su receptor en la célula y la posterior puesta en marcha de todo el mecanismo de la transcripción genética; no se aprecian cambios significativos hasta aproximadamente 30 minutos después de la administración del corticoide. Sin embargo, también se han descrito efectos de los corticoides al cabo de segundos o pocos minutos de su administración, lo que se explicaría por la existencia de mecanismos de acción distintos (no genómicos), específicos o inespecíficos, para los cuales se han propuesto diversas teorías. Es necesario tener en cuenta que los niños y especialmente los lactantes, tienen la piel más fina y una superficie cutánea proporcionalmente más amplia, por lo que el riesgo de absorción sistémica de los corticoides tópicos puede ser superior que en el adulto. Por este motivo se tendrá que escoger adecuadamente el corticoide que se utiliza (baja potencia y evitar los de potencia alta o muy alta), evitar la aplicación sobre zonas extensas y durante largos periodos de tiempo.